
Para el desarrollo de nuestra propuesta “La educación una opción de vida” la cual tuvo como objetivo principal el reinventar la cotidianidad en el aula teniendo en cuenta el contexto real de los educandos, de tal manera que ellos pudieran descubrir la razón de su asistencia a estudiar y de prepararse para convertirse en agentes transformadores de su entorno y de sus realidades.
Para la consecución de dicho objetivo se implementó el diseño y aplicación de unidades didáctica, a través de las cuales nuestra práctica pedagógica se vio favorecida especialmente en cuatro aspectos: en primer lugar, se logró reconsiderar el trabajo de contenidos teniendo en cuenta que estos pudieran trabajarse con los niños de tal manera que le brindaran la posibilidad de reflexionar en torno a situaciones actuales y evidentes en su vida cotidiana, como en situaciones que se pudieran presentar en el futuro y que merezcan ser tenidas en cuenta para favorecer su calidad de vida.
En segundo lugar se fortaleció el trabajo en equipo ya que se generaron espacios y tiempo que exigieron el diseño de estrategias pedagógicas que invitaron movilizarse y a poner en manifiesto habilidades, destrezas, conocimientos y saberes individuales y colectivos;
Dichas unidades didácticas, por supuesto exigieron el diseño de actividades que reflejaron la innovación y resignificación del trabajo en el aula; cada una fue planteada de acuerdo con el área de conocimiento, la edad, el nivel académico y las características de cada grupo de estudiantes en cada institución educativa
En tercer lugar se propició el trabajo interdisciplinario ya que se abrieron puertas para detectar puntos de encuentro entre diferentes disciplinas, lo cual fortaleció el desarrollo de habilidades para la vida personal, familiar, social y académica, finalmente, y de acuerdo con las conversaciones desarrolladas entre los mismos estudiantes, también se abrió la posibilidad de reflexionar institucionalmente en torno al quehacer pedagógico y a la invitación tácita de la dinamización del aula.